MIKAËL
7 de mayo 2017
Yo soy Mikaël,
Príncipe y Regente de las Milicias Celestes. Bien amados hijos del Uno, que la
Paz y el Amor sean depositados en cada uno de vosotros.
… Silencio …
A la hora en la que continúo sembrando las aguas o arando
la tierra, y alumbrando el cielo, vengo para cortar lo que debe ser cortado.
Vengo, por el Fuego y mi espada, para acabar mi obra en vuestro corazón, para
vuestra libertad. En muy poco tiempo ahora, en términos terrestres, el arcángel
Uriel me sucederá, porque tal como él os lo anunció en muchas ocasiones, viene
para acabar, a continuación de mí, la instalación de la Verdad eterna.
Las Teofanías espontáneas de las cuales os ha hablado el
Cristo, son llamadas a generalizarse y amplificarse, permitiéndome entonces
dejar curso libre al Fuego Ígneo que viene para quemar y para liberar lo que quizá
todavía traba la Libertad en cada uno de vosotros.
Vengo también, a través de la iluminación de vuestras
noches, para agregar mi vibración y mi Presencia en el Manto Azul de María, que
es también mi Manto. Viniendo no sólo para cortar y para quemar los últimos
elementos que traban la Verdad, vengo también para ser el que atiza el Fuego de
la Verdad, el Fuego del Espíritu.
Para aquellos de vosotros que acogieron o que acogerán en
un día próximo a Cristo en su morada, les agregaré el Fuego, este Fuego que os
consumirá de Amor, de beatitud, este Fuego que os colma de gracias.
Lord Metatrón, en
ese día, vendrá para magnificar lo que fue llamado hace cierto tiempo el
impulso Metatrónico, abriendo siempre aún más las puertas a Aquel que viene, o
el que ya está allí para algunos de vosotros.
… Silencio …
Mi acción, desde este día, se acabará en el hecho de
cortar los últimos vínculos a la Ilusión de este mundo, los últimos apegos.
Vengo para apoyar, por mi Presencia, vuestra resurrección y vuestro acceso al
Êtreté en manifestación y en encarnación desde vuestra morada, en cada una de
las partes de vuestro cuerpo y de vuestra conciencia.
Los Ángeles del Señor acompañarán mi presencia en vuestros
cielos, dejándose ver, dejándose ser sentidos para vuestra mayor felicidad. Numerosos
de entre vosotros, en estos días, serán llevados a vivir encuentros
multidimensionales de un género nuevo, para el mayor número de entre vosotros.
Visitantes intergalácticos de los mundos libres, en resonancia con vuestro
destino o vuestro origen estelar, vendrán a visitaros en la intimidad de vuestros
corazones y en la intimidad de vuestras noches con el fin simplemente de estar
presentes a vuestro lado en vuestra resurrección y en la acogida del Cristo en vuestra
morada.
Vengo también, por unos últimos mecanismos de Gracia
Mariana, para desviar a algunos de vuestros hermanos y hermanas humanos de su
camino de sombra, con el fin de que el apoyo de la Luz ya no se encuentre
solamente en vuestros corazones humildes, sino también en el corazón de algunos
de vuestros hermanos y hermanas que están, si puedo decir, bajo el dominio de
la Ilusión. No os asombréis entonces de oír hablar de gracias nuevas y de
revelaciones nuevas para estos hermanos y estas hermanas que se abrirán a mi
petición y a la presencia de Aquel que viene.
Los tiempos están
efectivamente cumplidos, y ya es hora de descubrir de manera colectiva la
verdad de lo que había dicho el Cristo y de lo que dijeron sus profetas, sea
cual sea su horizonte. Una nueva edad de oro, no sometida al tiempo o al
encierro, sale a la luz sobre la Tierra en su nueva dimensión.
Muchos elementos de revelación se os van a aparecer,
tanto sobre la pantalla del mundo como sobre la pantalla de vuestras noches, en
vuestros sueños, en vuestras intuiciones, en las Presencias que estarán en vosotros
y a vuestro lado.
Ha llegado el tiempo de poner fin a lo que se opone,
sobre este mundo, a la Verdad, de una manera o de otra. Esto no sufre más plazos
de espera, esto no sufre más retrasos. Iluminando vuestras noches sobre ciertos
países de esta tierra, desalojaré las últimas oposiciones, poniéndolas a la luz
del día y en plena luz, mostrándoos lo que tal vez no visteis, o no quisisteis
ver. Nada más puede seros escondido, nada más podrá ser disimulado, con el fin
de que el reino de la Verdad se instale en estos tiempos de la Llamada de
María, viniendo también para aclarar vuestros cielos, dándoos a ver detrás de
las apariencias de lo que se ve desde el suelo mirando los cielos, permitiendo
también y entonces a numerosas flotas de la Confederación Intergaláctica de los
Mundos Libres aparecer concretamente en vuestros cielos, como a vuestro lado,
por la noche.
Me dirijo también a aquellos de vosotros para los cuales
el momento de vivir esto no ha llegado todavía verdaderamente, sino que llegará
lo más rápidamente posible. Os comprometo firmemente, antes de la Llamada de
María, cualquiera que sea el tiempo que quede por recorrer antes de esa
Llamada, de devolver las armas de la división, las armas del sufrimiento. Vengo
para invitaros también a no tergiversar más, a no oponeros más, porque sabéis
pertinentemente, incluso temiéndolo, que la Luz se establece y que esto es
irremediable, definitivo, y está en su fase final, y que ninguno de vosotros
podrá oponerse, cualesquiera que sean los juegos emprendidos sobre la escena de
este mundo, ni siquiera mantener un ápice de tiempo
suplementario a la puesta en marcha de sus artimañas. Os invito a depositar vuestros
miedos, así como vuestras avideces, así como vuestras posesiones, a los pies del
Cristo. Os invito también a reconocer la primacía y la realidad del Amor
incondicional, con el fin de gozar de las últimas gracias, con el fin de no ser
afectados y no ser enturbiados después de la estasis de la Llamada de María.
Vengo a proponeros, en nombre de la Confederación
Intergaláctica de los Mundos Libres, que os reunáis a las legiones de la Gracia
y del Amor, cualesquiera que sean vuestros miedos, cualesquiera que sean vuestras
ilusiones sobre la organización de este mundo y sobre su depredación. Vengo
pues a invitaros a reconoceros vosotros mismos, ya no en vuestros ardides
pasados, a veces muy antiguos, sino a reconoceros en vuestro corazón y en el
don.
Os invito hoy solemnemente a dejar a un lado las armas que para nada
sirven en el Amor que está develándose ahora para cada uno, esté donde esté.
No propongo armisticio ni tregua alguna sino que vengo a proponeros ser
por fin vosotros mismos, descubrir por fin vuestra eternidad y vuestra
libertad.
Tened presente que – fuere cual fuere vuestra negación del Cristo y del
principio de Amor – nadie puede entrar en el Reino de los cielos si no se torna
como un niño, y libre de cargas y sin codicia.
Vengo a deciros también que – cual haya sido vuestra indignidad – ésta
queda perdonada mediante la Gracia pues tanto María como nosotros – los
Arcángeles – así como los Ancianos y las Estrellas, como también la
Confederación Intergaláctica en su conjunto os informamos que, cuales hayan
sido los sufrimientos por vosotros provocados, la Gracia está con vosotros también,
más que nunca y como nunca. Pero los tiempos son contados. Os corresponde
posicionaros rápidamente, previamente a la Llamada de María, a fin de dejar de
sentir miedo, dejar de sentiros superiores, a fin de dejar de creeros con
autoridad para dominar a otros o vejar a otros. El miedo y tan sólo el miedo os
ha llevado, en esta vida o durante vuestras pasadas vidas, a encerraros más y
más en la codicia, la posesión, el control de la vida en esta tierra pues
dentro vuestro también Cristo está golpeando y no podréis fingir ignorarlo más,
a no ser que vayáis a provocar dentro vuestro, sufrimientos físicos y morales
totalmente inútiles.
Os invito a tratar de imaginar que – más allá de la rapiña – está
Cristo, está la verdad de la vida eterna y que lo que vengo a proponeros – en
nombre de la Confederación y de María – es saldar cuentas a fin de quedar
libres y de participar de la liberación de la humanidad. En el Amor no caben
los reproches. En el Amor aceptado sin condiciones no hay juicio, sin importar
lo que hayáis hecho. Sin embargo, sed sinceros pues la mentira no se sostendrá
más, tampoco el control que pretendéis mantener.
No vayáis a imaginar de ninguna manera lograr escapar de la Luz. Cambiad
de postura ahora y probad la verdad del Amor. No hay más tiempo. Se acabó el
plazo. Sean cuales sean las artimañas preparadas, éstas de nada sirven pues eso
que os parece tan terrible, según vuestros conocimientos luciferianos, no es
sino el retorno de la Libertad. No hay nada que salvar, nada que prever. De
nada os servirá cavar bajo tierra o intentar salir de este sistema solar. Eso
es imposible y bien lo sabéis.
Entonces me dirijo a vosotros con el mismo Amor y la misma intensidad: no
os dejéis engañar por jerarquías encima vuestro, ya sean visibles o invisibles,
pues los tiempos jerárquicos ya pasaron y ése a quien llamáis con pompas y
honores « Gran Arquitecto del Universo », que no es sino Satanás,
pronto dejará de proporcionaros informaciones y sostén a través de vuestras
oraciones insensatas. Entonces sí, sois amados – y diría incluso mucho más que
los humildes, quienes ya recibieron a Cristo. Sólo vosotros os habéis
distanciado más y más del Amor. Seguís detrás de vanidades cuando basta con
parar y, como ya dije, dejar a un lado las armas – ya sea engaño, guerra,
separación – porque – como bien podéis averiguarlo con vuestros equipos
modernos – Nibiru ya es visible.
Ya ninguno de vuestros sistemas de encierro o de control sirve porque el
despertar de la humanidad ha alcanzado un nivel más que crítico y el juego no
se prolongará más. Habéis tenido la oportunidad – durante las maniobras
contrarias realizadas desde el año 2012 – de daros cuenta de su ineficacia
frente a la majestad del Amor.
Ha llegado la hora de reconoceros. Ha llegado la hora de miraros. Ésta
es la hora del Amor y ya no de la división y menos aún de la separación. No os
liga ninguna obligación ni ningún contrato con este mundo, aunque eso os
sorprenda. El compromiso de la Luz pone fin en adelante a todos esos falsos
contratos, a todas esas ilusiones de futuros dueños del mundo que nunca seréis.
Sed dueños de vosotros mismos y miráos pues aquí estoy para poner fin al juego.
Aquélla a quien execráis por ahora y que sin embargo es vuestra Madre –
María – logró – con el apoyo del conjunto de las fuerzas aterrizadas aquí abajo
y con el apoyo de la Confederación Intergaláctica – reconectar con la Eternidad
un número importante de hermanos y hermanas humanos en la Tierra. Ya ninguna
parafernalia resistirá ante la Verdad, sea cual sea vuestra inteligencia, de la
que tanto os enorgullecéis, sean cuales sean vuestros amos, invisibles, que os
prometieron el oro y el moro. Eso dura momentáneamente, bien lo sabéis. Entonces
no vengo con amenazas sino con el corazón en la mano mientras aún queda tiempo.
La misma Gracia está para vosotros.
Cristo os lo reiteró, lo que hacéis a cada uno de vuestros hermanos y
hermanas en la Tierra lo hacéis a Él. Os pide simplemente que lo reconozcáis,
que lo aceptéis, y la Gracia y el perdón de la Luz actuarán en vosotros del
mismo modo como actúan en vuestros hermanos y hermanas a quienes miráis como
insignificantes y sin interés. Fuísteis vosotros quienes os distanciasteis,
quienes os colocasteis arriba en un pedestal como ilusionistas. Creéis manipular cuando sois vosotros los manipulados.
No vengo a pasar cuentas sino que estoy dispuesto a cortar con
delicadeza lo que os liga todavía a esos poderes oscuros que no son sino
vuestros propios miedos y vuestros propios condicionamientos. Ofrezco la
Verdad. No hay nada que pagar. Ningún interés. Así es la Libertad. Así es la
Gracia. Os invito a reuniros con los hermanos y las hermanas que son cada día
más numeroso en vivir la verdad del Amor. Este mundo que os pertenece, según
creéis, no es vuestra propiedad privada. Entonces os dejo este mensaje por si,
por casualidad, llegan mis palabras a vuestros ojos o vuestros oídos. Os
ofrezco mi corazón y os tiendo la mano. Aprovechad esta última oportunidad.
Me dirijo ahora a la humanidad en su conjunto: dejad que vuestro corazón
se exprese. No sintáis turbación por los acontecimientos de este mundo pero sí
estad atentos a lo que ocurra en vuestro pecho, aunque no sepáis decirlo con
palabras ni cómo expresarlo. Lo importante no es intelectualizarlo sino
sentirlo y vivirlo. Puede ser que persista en vosotros una esperanza o una
culpabilidad, un sufrimiento, sea cual sea su origen. El corazón es a la vez
vuestra muralla y vuestra certeza. Y también la única
Verdad.
Sed dulces para con cada uno de vosotros. Sed amables. Sed serviciales. Descubrid todos la relación auténtica en el seno del
Amor. He terminado mi discurso por hoy. Entonces deposito en
vosotros el rayo ultravioleta. Deposito en vosotros el recuerdo de vuestra
eternidad.
… Silencio…
Soy Mikaël, Príncipe y Regente de las Milicias Celestiales y proclamo
así, en este día, el tiempo de la Resurrección, el tiempo del Anuncio y el
tiempo de la Llamada. Mi saludo y mi bendición para cada uno de vosotros. Agradezco
vuestra presencia, vuestra atención y vuestra lectura. Hasta pronto.
***